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MI ABUELA SOLO QUERÍA A SUS NIETOS VARONES
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MI ABUELA SOLO QUERÍA A SUS NIETOS VARONES “El trabajo de los niños es poco pero el que no lo aprovecha es un loco”. Eso repetía mi abuela, a la vez que nos tenía preparados los útiles de limpieza, a sus nietas mujeres, mi hermana y yo y mis dos primas, pero especialmente a mi hermana y a mi que éramos bastante más mayores. Su casa estaba siempre como los chorros del oro, pero ella insistía en tenernos alguna tarea preparada. A mi me tocaba frotar todos los grifos y dejarlos super brillantes. No sé de qué material serían, bronce o algo así. Se les ponía una pátina verde que tenía que sacar, primero dándoles una pasta blanca con un trapo y luego frotando con otro. No me gustaba hacerlo porque olía mal, la dichosa pasta, y además me dejaba las manos ásperas, las yemas despellejadas, pero ¡cualquiera le decía algo a la abuela! Estaba acostumbrada a mandar y me la imaginaba con un ejército de criadas a su alrededor, ellas de uniforme y delantal y mi abuela siempre de negro, como correspondía a su condición de viuda. Era muy alta, quizás porque yo era muy pequeña. Y mientras hacíamos las tareas encomendadas, ella vigilaba. ¡Vamos niña, más salero!, me jaleaba porque consideraba que no ponía la suficiente energía para barrer la acera, haciéndole un guiño cómplice a los vecinos que miraban divertidos la escena. Todavía me enciendo cuando lo recuerdo. Pero en cuanto llegaban sus nietos varones, se convertía en azúcar y miel. Los miraba con adoración, se preocupaba por su salud, su hambre o su cansancio. ¿Quieres algo de comer, algo de beber? Ven siéntate. Y les despejaba el mejor sillón de la casa. Nunca noté que a mi hermana o a mis primas les molestara esa diferencia de trato, pero yo me rebelaba contra ello. En cuanto llegaban, cualquiera el que fuese, yo me negaba a seguir limpiando. Si él no hace nada, yo tampoco, le decía, y mi abuela no tenía más remedio que admitir que la tarea quedara a medias, porque ninguno de sus dos dioses debía arremangarse, eso estaba excluido, y tampoco se podía hacer explícita la diferencia de trato. Entonces pasaba a ignorarme, como si no existiera, me volvía transparente a sus ojos. A propósito, traía de la cocina los vasos justos para ellos, buscaba el refresco o lo que fuese que ellos le pidieran, tenía oídos solo para lo que ellos le contaban. Descubrí que les compraba lo que sabía que les gustaba, especialmente a mi hermano que era muy especial con la comida. Por ejemplo, le encantaban los plátanos, y esa era la única fruta que comía. Mi abuela siempre tenía plátanos en su frutero y se los ofrecía nada más llegar. ¿Acaso sabía ella cuál era mi fruta favorita? Nunca me lo había preguntado. Yo odiaba los plátanos, pero me los comía todos sólo por fastidiar. Ella se ponía nerviosa cuando me veía con un nuevo plátano en la mano. ¡Que no van a quedar para tu hermano! Me decía. Pues que coma otra cosa, le respondía yo. Y ella apretaba la boca, con su gesto característico de fastidio pero tragándose la rabia, ya que no podía prohibirme que comiera lo que quisiera en su casa. No sé qué les veía, a esos dos gandules, tontos del culo, sin ninguna gracia, que no nos llegaban a la suela de los zapatos a mi hermana y a mi. Pero así eran las cosas, sólo los quería a ellos, nosotras simplemente “estábamos” por allí, afanosas obreras, alimentando a los zánganos porque ellos debían tener alguna función importante que cumplir, aunque ese fue uno más de los secretos que mi abuela se llevó a la tumba. |
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Hay que entender que tu abuela probablemente ha 'mamado' todo ese tipo de trato diferenciador desde que nació. Pero claro, eso no quiere decir que no 'escueza'. ¿Te has fijado que antes llegaban niños a tu casa y eran los reyes del mambo dejandoles hacer cosas que a ti te eran prohibidísimas? Pues lo mismo, cuestión de costumbres. P.D. Me encanta imaginarte reaccionaria 
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¡Mujer! La función esta clara: tenían que hacer la mili. La pobre se debió morir antes de la formación de un ejercito profesional.
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Es curioso como en algunos casos, demasiado generales para que sea una minucia, como las más machistas de la sociedad siempre han sido las mujeres.... madres y abuelas... contra las hijas y hermanas. En las fiestas en el pueblo, cuando mis abuelos hacían la matanza e invitaban a todos sus hijos y nietos, las que curraban eran las mujeres de la casa, mientras los hombres holgazaneábamos por la "huerta", la pequeña finquita con casa de labranza que mis abuelos tenían (tenemos, ellos ya no, obvio, que en paz descansen) a las afueras del pueblo... Talmente como una de esas escenas de la sociedad rural de las películas italianas de los 70,,. ellas con sus vestidos vaporosos..... adorables..... /(así es mi recuerdo).... Pues yo al igual que tú me rebelaba, y fulminando con la mirada a quien me criticase por ello, me levantaba y ponía platos, vasos, y solía gritar "que torpes los hombres que no saben hacer nada", hasta que mi abuela, que no mi abuelo que era el cascarrabias, me reprendía. Con la frase de "deja eso para las mujeres", mi abuela, que miraba con esos ojos azules cielo tremendamente dulces me despachaba..... y yo fastidiado, con mis pantalones cortos, zapatos, calcetines blancos y polo, me iba a incordiar a mis primas y primos.... Poco ha cambiado... Curiosamente en casa de mis suegros, que van de progres y de gente de izquierdas, con eso tan manido de la igualdad y tal..... no se levantan ni de coña a recoger la mesa cuando nos reunimos toda su familia..... Cuando estamos solos los suegros y nosotros, mi suegro no sólo pone la mesa, sino que también la quita y no para........ quizá le da vergüenza que sus hermanos le vean hecho un "calzonazos" por hacer labores de "mujeres"..... juassssssssssss..... En fins.... que a mi nadie me tiene que poner o quitar un plato de la mesa o limpiar mi vater o planchar mis camisas (bueno si, eso si, que no cuesta tanto pagar alguien que te lo haga... pero para disponer de ese tiempo libre)..... Gracias por compartirlo y por permitirme recordar ¡ Pasaba por aquí.....
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Lo que hablas es de otro tiempo... aunque tambien debo decirte que esa mentalidad en nuestra españa sigue existiendo. Tu abuela tenia una aptitud machista. Ella valoraba a los varones porque eso fue a lo que le enseñaron y ella lo arrastro siempre hasta cuando se convirtio en abuela. Por cierto, lo del cobre se llama "patina" Es cuando su color pasa al verde por el oxido. Supongo que lo que usarias para limpiarlo es una pasta que se hace con harina, vinagre blanco, bicarbonato, sal y zumo de limon... Si te das cuenta es una pasta bastante acida y si no llevas guantes las manos y mas las de unas niñas son debiles a la reaccion de este producto. Tu abuela, se aprovechaba de vosotras las mujeres para limpiar a modo de juego la casa y la dejarais limpia. Sin duda es una aptitud como he dicho anteriormente muy machista y es logico que tu desde pequeña lo vieras y te revelaras!! Lo mas curioso de esta historia es que tu abuela, mujer fuera la que ejerciera esta funcion. Mas funcion de un hombre machista!! Pero cuando uno convive con un machismo durante toda la vida al final una mujer puede realmente acogerse a estos mandamientos y eso tal vez fuera lo que le paso a tu abuela!! Simplemente era de otra epoca. Un saludo y buen inicio de semana
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Hay que entender que tu abuela probablemente ha 'mamado' todo ese tipo de trato diferenciador desde que nació. Pero claro, eso no quiere decir que no 'escueza'. ¿Te has fijado que antes llegaban niños a tu casa y eran los reyes del mambo dejandoles hacer cosas que a ti te eran prohibidísimas? Pues lo mismo, cuestión de costumbres. P.D. Me encanta imaginarte reaccionaria
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Sí, ahora de mayores, y ellos lo veían todo y se aprovechaban los muy cabrones!!!!
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¡Mujer! La función esta clara: tenían que hacer la mili. La pobre se debió morir antes de la formación de un ejercito profesional.
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Es curioso como en algunos casos, demasiado generales para que sea una minucia, como las más machistas de la sociedad siempre han sido las mujeres.... madres y abuelas... contra las hijas y hermanas. En las fiestas en el pueblo, cuando mis abuelos hacían la matanza e invitaban a todos sus hijos y nietos, las que curraban eran las mujeres de la casa, mientras los hombres holgazaneábamos por la "huerta", la pequeña finquita con casa de labranza que mis abuelos tenían (tenemos, ellos ya no, obvio, que en paz descansen) a las afueras del pueblo... Talmente como una de esas escenas de la sociedad rural de las películas italianas de los 70,,. ellas con sus vestidos vaporosos..... adorables..... /(así es mi recuerdo).... Pues yo al igual que tú me rebelaba, y fulminando con la mirada a quien me criticase por ello, me levantaba y ponía platos, vasos, y solía gritar "que torpes los hombres que no saben hacer nada", hasta que mi abuela, que no mi abuelo que era el cascarrabias, me reprendía. Con la frase de "deja eso para las mujeres", mi abuela, que miraba con esos ojos azules cielo tremendamente dulces me despachaba..... y yo fastidiado, con mis pantalones cortos, zapatos, calcetines blancos y polo, me iba a incordiar a mis primas y primos.... Poco ha cambiado... Curiosamente en casa de mis suegros, que van de progres y de gente de izquierdas, con eso tan manido de la igualdad y tal..... no se levantan ni de coña a recoger la mesa cuando nos reunimos toda su familia..... Cuando estamos solos los suegros y nosotros, mi suegro no sólo pone la mesa, sino que también la quita y no para........ quizá le da vergüenza que sus hermanos le vean hecho un "calzonazos" por hacer labores de "mujeres"..... juassssssssssss..... En fins.... que a mi nadie me tiene que poner o quitar un plato de la mesa o limpiar mi vater o planchar mis camisas (bueno si, eso si, que no cuesta tanto pagar alguien que te lo haga... pero para disponer de ese tiempo libre)..... Gracias por compartirlo y por permitirme recordar ¡ qué bien verte por aquí, señor duque.
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