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Capitulo 8
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Capitulo 8 CAPITULO 8 Me quedé momentaneamente parado. -¿Quieres que te ate?.-pregunté. -Tendrás que aprender a hacerlo.-dijo Monica.-Recuerda.Primero las muñequeras.Luego las tobilleras.Y luego tensa la polea. -¿Vamos a fingir una sesión?.-dije. -Asi es.-respondió.-Desde el principio.E iremos incorporando nuevas cosas. -Este es mi momento.-pensé.-Mi venganza. Me acerqué a Monica despacio colocandome a no más de cuatro dedos de su cara. -Pues si esto es una sesión hagamoslo bien.-empezé. -Desnudate y callate.Habla solo cuando te lo indique-añadí mirandola fijamente a sus ojos. Monica no dijo nada.Se mordió el labio inferior mientras mantenía la mirada.Sus ojos parecía que brillaban. Se quitó el sujetador negro despacio y lo colocó sobre la silla. -Del todo.-ordené con voz suave pero firme. Lentamente ella fué bajandose esas especies de minibragas quedando desnuda frente a mi.En ningun momento dejó de mirarme. Las colocó tambien en la silla. Cojí cuatro muñequeras y las tiré frente a ella. -Pontelas.-ordené. En silencio ella las cojió y se las fué colocando.En las manos y en los pies. Mientras lo hacía de nuevo ese cosquilleo en el estómago.Ese escalofrio. Y lo más morboso era que ella seguía mirandome.En todo momento. Sin que yo dijese nada se colocó bajo las argollas del techo y levantó los brazos. Aquello era como una provocación.Un desafio. Un desafio que yo estaba más que dispuesto a aceptar. Enganché las muñequeras a las argollas del techo. Me dirijí a la polea y empezé a tensar. Me excitó sobremanera, no lo voy a negar, ver su impresionante cuerpo tensandose.Volví a acercarme a ella y miré sus tobillos. Cojí las cadenas y sujeté un extremo a la tobillera y otro a la argolla de forma que quedaba bien abierta.Hice lo mismo con el otro tobillo. Verla asi era la imagen más excitante que había visto en mi vida. Y creo que en ese momento una vez más desaparecí yo y entró a escena ese tal AMO CARLOS inventado por Mari Carmen. Por mi cabeza pasaron muchas cosas.Muchas ideas. Pero sobre todo había una.No olvidaba la escenita de Monica y Esther y sus sonrisitas. Cojí la paleta. Esta vez fuí yo quien con una sonrisa me acerqué a ella mordiendome el labio y frunciendo el ceño para demostrar que algo tramaba. Me coloqué a escasos centimetros de su cara. Noté su respiración.Un poco entrecortada.Eso me gustaba. -Bien, bien, bien.-empezé.¿Como era aquello que hablabais tu y Esther en una situación así?..Finjí no acordarme pero lo tenía bien metido en mi cabeza. -Ah, si.Ya recuerdo.-Ahora podría hacer contigo muchas cosas.-continué. -Es más yo creo que voy a cambiar la frase. Monica me miraba.Pero su mirada no mostraba miedo.Mostraba curiosidad. -Ya está.-seguí.-Ahora podría hacer contigo lo que me diese la gana. Ella no dijo nada. -Repitelo.Quiero oirlo de tu boca.-ordené. -Ahora podrías hacer conmigo lo que te diese la gana.-dijo con una voz semientrecortada que me indicaba que la estaba poniendo nerviosa. La cosa iba bien. Me puse frente a ella y colocando la mano detrás la propiné un sonoro azote con la paleta. Ella tensó el cuerpo y se volvió a morder el labio.No gritó. -Aqui soy AMO CARLOS.-dije.-Asegurate de acabar así tus frases. -¿Entendido?.-interrogué. -Si, AMO CARLOS.-respondió con voz jadeante pero desafiante a la vez. Dí la vuelta y me acerqué a ver su culo.La nalga azotada tenía un tenue color rojizo.Le había dado con la parte lisa de la paleta. Volví a colocarme frente a ella. Coloqué la yema del dedo indice de la mano derecha en su frente y fuí bajando lentamente por su nariz llegando a la boca. -Lame y chupa el dedo.-ordené. Acerqué el dedo a sus labios. Monica sacó su lengua y comenzó a lamer.Luego cerrando los labios lo chupó con suavidad. Solté mi dedo de su boca y empecé a acariciar su pezón izquierdo en circulos.No tardó nada en ponerse duro.La respiración entrecortada de Monica se aceleró. Nuevamente acerqué mi dedo a su boca.Sin decirla nada lamió y chupó de nuevo. Volví a soltar el dedo y esta vez el pezón derecho. Ella intentaba mostrar fortaleza pero su piel erizada, los pezones duros y su respiración agitada la delataban. -¿Sabes idiomas, Monica?.-pregunté quitando mi dedo de su pezón. Ese cambio brusco de juego la desconcertó. -No entiendo.-dijo. -AMO CARLOS.-añadió.- aunque ya la paleta había llegado con fuerza a su culo. -Todo en la misma frase, Monica.-añadí.-viendo como una vez más ella se mordía el labio para evitar el mostrar algún atisbo de queja. -Como soy bueno.Te daré una segunda oportunidad.-continué. -¿Sabes idiomas, Monica?.-volví a preguntar. -Hablo inglés AMO CARLOS.-respondió. Un nuevo azote en su precioso culo. Monica gruñó.No se lo esperaba. -Seguro que te preguntas el por que.Ha sido simplemente por que me ha dado la gana.¿Recuerdas?.Puedo hacer contigo lo que quiera.-dije sonriente. -Si, puedes hacer conmigo lo que te dé la gana, AMO CARLOS.- nuevamente mirada y voz desafiante. -¿Lo entiendes, verdad?.-dije con ironía. -Claro, AMO CARLOS.-respondió tambien con ironía. El desafio continuaba.Y yo no estaba dispuesto a perder. Di un par de vueltas a su alrededor mirandola bien. Ahora recibirás diez azotes.Quiero que los cuentes en voz alta. Monica me miró con extrañeza. -Y en ingles.-añadí.-¿Entendido?.Hay que asegurarse de que no olvides como acabar siempre tus frases. -He aprendido la lección.No creo merecer ese castigo AMO CARLOS. -Si buscas justicia.-respondí.- habla con un juez, si buscas piedad habla con un cura.Yo no soy ni juez ni cura.Que sean 12.-dije al fin. Me coloqué a su espalda.Decidí usar la parte lisa. -Mirada al frente, Monica. -Si, AMO CARLOS. El primer azote fue en la nalga derecha.Duro y sonoro. -One.. El segundo en el izquierdo. Two. Esperé unos segundos entre azote y azote.Quería saborear el momento. Three.....four....five...six....seven...eight...nine...ten... A cada azote note su respiración más agitada y sus esfuerzos denodados para no gritar pero desde el septimo ya empezaban a oirse gruñidos. Al diez paré y me acerqué a ella. -¿Cuantos van?.-pregunté.-Yo para los idiomas soy fatal.-dije dejandola respirar un poco. -Diez AMO CARLOS.-su respiración seguía entrecortada pero se notaba que su orgullo seguía alli. -¿Entonces aun faltan no?. -Asi es, AMO CARLOS. -Y supongo que no vas a decir limón.¿verdad?. -No, no voy a hacerlo.-añadió Monica desafiante. -Bien.-continué.-Hasta ahora he usado la parte lisa.Los cuatro últimos serán con la otra parte. -¿Cuatro?Para doce faltan 2 AMO CARLOS. -No, serán 4.Es que las matematicas no mi fuerte y quiero asegurarme.-dije con sarcasmo. -Solicito mordaza, AMO CARLOS.-dijo bajando la mirada. -No.-respondí. -No quiero gritar.-suplicando.Por favor AMO CARLOS. Me encantó.La estaba doblegando.Asi que respondí. -No.-Quiero oirte gritar. Nuevamente me coloqué atrás.El descanso había terminado. Miré su culo.Tenía ya un color rojizo tirando a morado. A todo esto yo estaba excitadisimo con todo.Me ponía peor a cada instante. -Sigue contando.-ordené. Levante mi mano y descargué el onceavo azote. Monica se arqueó y emitió un pequeño quejido. Eleven... twelve... Los quejidos aumentaban. Thirteen.... fourteen... En el último un grito seco. Pero ni una lagrima. Miré su culo.Estaba morado y con esos adornos de la paleta bien marcados en su culo.Su culo ardía.Se lo acaricié y masajee suavemente. Noté que ella agradecía esas caricias. Me acerqué de nuevo a su rostro y puse mis dos dedos indices frente a sus labios. Monica los lamió y chupó en silencio.Cuando ya estuvieron bien mojados saqué mis dedos y bajé a la altura de su coño. -Que preciosidad.-pensé.-Totalmente depilado. Coloqué un dedo en cada labio<b> vaginal </font></b>acariciandolo por fuera lentamente de abajo a arriba y de arriba a abajo.Muy suave. De vez en cuando con cuidado le abría los labios sin tocar dentro.Estaba muy mojada y tenía un precioso brillo tan sexi que casi el que se corre soy yo. Su respiración antes agitada se convirtió en un gemido casi continuo. Metí lentamente un dedo en su coño.Entraba solo.Metí otro.Solo un poquito.Junté ambos dedos y sin sacarlos me incorporé y la miré. Estaba temblando.Sudando.Nunca la había visto así. -Permiso para hablar AMOCARLOS.-dijo entrecortadamente. Concedido.-respondí con curiosidad. -Como me metas los dedos no voy a aguantar.Me voy a correr con o sin permiso, AMO CARLOS. Hize como que me lo pensaba unos segundos sin sacar los dedos. Monica intentaba contenerse.Cada segundo que pasaba era eterno para ella.No dejaba de temblar.Y al temblar movía su coño y los dedos la seguían machacando. -Di..para ti...solo para ti y correte.-dije al fin mientras metía los dos dedos de golpe en su coño y comenzé un metesaca infernal. -Para ti..solo para ti..-casi no acaba la frase.Noté su corrida resbalarme por los dedos. Ella estaba quieta.Con los ojos cerrados.No podía hablar.Solo temblaba. De repente entre convulsiones un grito.Y nuevamente el silencio.Ojos cerrados.Temblores.Y los jugos seguian emanando de su coño. Yo no paraba.Mis dedos recorrian todo su coño. Asi hasta que al final se dejó caer tras otro sonoro grito. La desaté.Y la ayudé a que se sentase en el suelo.Estaba exhausta. -Fin de la sesión, Monica.-dije.-Nuevamente soy Carlos. -Gracias AMO CARLOS.-dijo ella. Yo sonreí. -No deberías desafiarme.-dije.Siempre perderás. -¿Tu crees?.-dijo Monica. -Si, lo creo.-afirmé. Ella seguía hablando entre jadeos. -Si lo analizas bien.-dijo ella.-yo he tenido una buena sesión y el orgasmo de mi vida. -Tu, sin embargo.-dijo mirando mi entrepierna.-llevas un calentón que a ver como lo remedias. Empezó a reir. -¿De verdad crees que has ganado?.-sentenció. La verdad es que bien mirado tenía algo por no decir toda la razón. ¿Me iba a tocar otra vez desahogarme con la “novia casamentera”?. (continuará) |
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